"Un buen divorcio te dejará marca, te reirás con la historia; pero también cuestionarás un poco tu vida con lo que verás en pantalla"

¿Cómo surgió la idea para Un buen divorcio?

Desde hace muchísimos años, Billy y yo habíamos querido trabajar juntos, y fue él quien hizo y escribió toda la serie. Desde el principio me dijo que Mónica era para mí, que había escrito este personaje especialmente pensando en mí. Billy me compartía los avances y cada capítulo, y yo me volvía loca de amor cada que leía cómo se iba desarrollando la historia.

¿Qué te atrajo del personaje de Mónica?

Toda su fuerza y complejidad. Es una mujer con mucha determinación y fuerza, con muchos aciertos, pero que tiene este lado humano en el que también se equivoca. Se me hizo una mujer muy humana; el público se va a identificar mucho con ella y, además, Mónica te deja muchos mensajes positivos a través de su experiencia. Nunca estereotipé al personaje de Mónica; desde que se estaba construyendo la percibí como una figura enriquecedora, que inspira mucha paz y tiene una profundidad que te atrapa.

¿Cómo fue trabajar con Gustavo Egelhaaf, Rafael Sánchez y Esmeralda Pimentel en la serie?

Con todos fue espectacular, son actores y actrices que admiro mucho. Dentro y fuera del ser son generosos, activos y propositivos. En conjunto logramos hacer un buen equipo, y cada uno me enseñó muchísimas cosas. En Un buen divorcio se formó un excelente staff y reunimos a mucho talento con entrega y pasión. Fue un regalo de la vida tener a cada uno de ellos como compañeros.

¿Qué te gustaría que los espectadores se llevaran de Un buen divorcio?

Primero, que se diviertan. Segundo, es una serie que se escribió tan bien que, aunque no es el propósito principal, te va a dejar muchos aprendizajes. Cada uno de los personajes tiene su grado de complejidad, de experiencias reales y de errores que se vuelven enseñanzas porque llegas a conectar con ellos.

Un buen divorcio es una serie entretenida; pero también puedes verte reflejada en lo que pasa en la historia, en los errores ajenos y cómo puedes aprender de ellos. Toda le gente va a empatizar en algún momento con cada personaje, no nada más Mónica o los principales, porque son entrañables cada uno. Un buen divorcio te dejará marca, te reirás con la historia; pero también cuestionarás un poco tu vida con lo que verás en pantalla.

¿Hay planes para una segunda temporada?

Todo depende del recibimiento del público. Billy y los demás asesores y escritores ya están trabajando en una segunda temporada; sólo falta que Vix nos dé luz verde.

Claudia, esperamos que sigan cosechando éxitos en lo profesional, nos gustaría que nos hablarás un poco sobre tu familia. ¿Cómo te organizas para poder dedicar tiempo a tus hijos y a tu trabajo?

Tengo la ventaja de que mi trabajo normalmente dura 10 o hasta 12 semanas máximo, entonces me toca quitarme culpas y cuando estamos en llamado me toca concentrarme mucho y apoyarme en el buen equipo que hacemos para cada proyecto.

Otra ventaja es que Billy trabaja desde casa, entonces cualquier cosita que surja cuando estoy en grabaciones puedo contar con él. Te reitero que cuento con un equipo de trabajo en el cual confío muchísimo cuando estoy fuera de casa.

Finalmente, el poder organizar los tiempos de grabación, porque incluso cuando son sesiones largas busco estar con los chiquitos parte de la mañana o de la noche, según sea el caso de lo que estemos filmando. También me hago tiempo para aprovechar al máximo los fines de semana. Ahora estoy grabando una serie en Durango, y aunque sea un día viajo a Ciudad de México para estar con mis hijos. Cuando termino mis proyectos, me enfoco al 100% con mis pequeños. No tengo palabras para describir la felicidad que me da poder realizarme en lo profesional y en lo personal con mi familia.

Mencionaste que has tenido que trabajar tus culpas como mamá. ¿Podrías profundizar en eso?

Precisamente cuando terminamos las grabaciones de Un buen divorcio me hablaron para muchísimos castings, necesitaba hacer selftapes y tenía citas para discutir varios proyectos. En esos momentos sólo pensaba en mis hijos porque imagínate, venía de la preparación de la serie, luego fueron 12 semanas de estar al 100 grabando y, por si fuera poco, todo ocurrió a finales de año, fechas de mucho impacto en la vida familiar de cualquier persona.

Fue en diciembre cuando tomé la decisión de filtrar proyectos, porque ni ganas tenía de ir a castings o de grabar las tomas que pedían para otras producciones. Decidí entonces darle prioridad a los proyectos que me daban o me podían dar felicidad.

También organicé los tiempos y platiqué con muchas producciones para darme un tiempo entre cada proyecto, ya que no quería pasar de inmediato de uno a otro. Todo esto a raíz de una serie de emociones y sentimientos que experimenté cuando estaba grabando. Me la pasaba pensando en que no podía estar con mis hijos para su escuela, no podía acompañarlos a sus presentaciones o simplemente compartir tiempo en familia.

Todo esto me generaba mucha culpa, me sentía una “mala mamá”. De plano, en diciembre me dije a mí misma que no podía seguir así, y trabajé para aceptar que soy una gran mamá, incluso pude verlo de otra forma porque les estaba enseñando a mis hijos sobre el trabajo detrás de cada sueño; a que se pueden hacer varias cosas al mismo tiempo, pero también debemos dedicarnos de lleno al momento: cuando estoy con ellos me esfuerzo por ser la mejor mamá y, al mismo tiempo, como mujer y actriz estoy luchando por mis sueños. Aprendí y quiero enseñarles a mis hijos que ser mamá y trabajar no está peleado.

En este punto, tengo que agradecer que cuento con personas en las que confío plenamente para cuidar de mis hijos cuando estoy trabajando; pero es muy importante para mí quitarme esas culpas y poder dedicarme a lo que amo con la convicción de que lo estoy haciendo bien.

¿Qué consejo le darías a otras mujeres que están tratando de compaginar la maternidad con su carrera?

Cada trabajo es distinto. Hay personas que trabajan de lunes a viernes o sábado y no ven a sus hijos más que los fines de semana, o hay quienes deben trabajar fuera y no ven a su familia en periodos muy largos de tiempo. Cada uno está tratando de hacer lo mejor que puede, y el trabajo siempre es una prioridad porque si no hay ingreso simplemente no tienes para comer ni mantener a tus hijos o familia, entonces tenemos que meternos en la cabeza y el corazón que eso es lo que te toca ahora, porque después habrá momentos para compartir con la familia.

Quizás mi recomendación sería que debes asegurarte no al 100, sino al 1000 por ciento, de que estás dejando a tus hijos en un lugar seguro y con personas que los aman igual que tú. Ya cuando estés con ellos toca amarlos mucho, procurar una buena comunicación. La distancia no te hace buena o mala mamá, simplemente son épocas o etapas que nos tocan vivir. Por eso es importante tomar decisiones con cabeza y corazón, porque en la vida todo pasa.

¿Ha cambiado tu perspectiva de la vida desde que eres madre?

Muchísimo: me volví más sensible, pienso dos o tres pasos delante de las situaciones y con la llegada de cada uno de mis hijos se me expenadió el alma cada vez más; ellos me dan la motivación para vivir, para ser una mejor persona, para trabajar y dar lo mejor de mí misma. Quiero educarlos con mi ejemplo y no con un manual o con las expectativas de alguien más. Ser mamá me dio mi propia familia, lo que más valoro en esta vida.

Conociendo más de Claudia

¿Cómo te describes como mujer, esposa y madre?

Como mujer soy muy dinámica, muy echada pa’delante. Como madre, soy la más cariñosa y no puedo parar de decirles a mis hijos que los amo, que son lo más importante para mí, así como lo feliz y orgullosa que me siento de ser su mamá. Trato de expresar todas estas emociones todo el tiempo, que sepan cuanto los amo, y no sólo con palabras, sino también con acciones y contacto. Y así también soy como esposa. Siempre trato de ser la mejor versión de mí misma, es algo en lo que nunca dejo de trabajar.

¿Cuáles son tus próximos proyectos profesionales?

Vean Un buen divorcio en la plataforma Vix porque está recién salidita del horno. Esperemos la respuesta de la gente y si todo pinta bien, en este mismo año trabajaremos en la segunda temporada de la serie. En este momento estoy grabando un proyecto para Netflix, así que no puedo comentar mucho al respecto, sólo que puede que se estrene a finales de este 2024.

¿Qué te apasiona en la vida?

Mi familia, mi trabajo, viajar y vivir muchas experiencias hermosas. Amo esos instantes con la gente que más quiero, con mi familia, mi esposo y amigos.

¿Qué es lo que más admiras de tu esposo?

Billy es un hombre amoroso, tiene una educación impecable, es muy empático y sumamente creativo e inteligente. A Billy no se le cierra el mundo, lucha por lo que quiere, es impecable y un hombre de honor y muy leal. Admiro cómo es que saca lo mejor de mí, la forma en la que potencializa lo que soy. Juntos hemos hecho un gran equipo; es un gran compañero de vida y todos los días le aprendo algo porque siempre trae un tema nuevo a la mesa. Me fascina cómo todos los días se está preparando y trabajando en él mismo. También es muy divertido, tiene un sentido del humor sumamente inteligente: me rio mucho cuando estoy con él.

Disfruto también de sus logros profesionales y de la forma en que educa a sus hijos, tanto a los mayores como a los nuestros. Admiro su visión de vida y que no se engancha con las cosas… Puedo seguir hablando y hablando de sus virtudes; pero podemos cerrar la respuesta en que también admiro la forma en la que me ama, cómo es expresivo conmigo y con mis hijos, la manera en la que trata a la gente. Tengo millones de cosas para decirte de Billy… ¡Hasta hermosa tiene la letra!

Claudia Álvarez

Hablas de la importancia de rodearte de gente positiva. ¿Cómo has aplicado esto en tu vida?

Mi cuerpo solo me lo dice. Soy una persona muy sensible, y cuando hay algo que no va bien con las personas, mi cuerpo solito detecta esa energía y me avisa cuando alguien tiene un alma buena, un buen corazón. Cuando ocurre lo contrario, la verdad es que no soy grosera, simplemente no le dedico mi tiempo y ya está.

¿Qué consejo le darías a una mujer que está a punto de convertirse en madre por primera vez?

Todo pasa y haz una tribu. Hay momentos en los que te sientes cansada, no duermes y no sabes qué hacer. En esos momentos, es importante rodearte de tu tribu, que está formada por personas que te quieren, te apoyan y buscan el bienestar de ti y tus hijos. Otros consejos serían aprender a pedir ayuda y disfrutar de cada etapa, ya que no hay una mejor que otra, sólo son diferentes. Finalmente, les diría que la mejor forma de educar es con el ejemplo, ya que no hay palabras que tengan más fuerza que la acción. Solitos los hijos te irán ayudando cuando eres consciente, incluso ellos te van a guiar para veas por la familia y por ti misma.

 

Créditos

Fotografía: Willmer Acosta

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